Bien, vamos a revisar algunos de los métodos para revertir esta obesidad y sobrepeso. ¿Qué les parece que los dividamos en dos grandes bloques? Por ejemplo, hablar de métodos éticos y no éticos. Me gustaría dar una definición de cada uno. Vamos a entender por métodos éticos, aquellos métodos para revertir o controlar la obesidad y el sobrepeso, los cuales están fundamentados en la ciencia, que se basan en artículos publicados en grupos de población, mediante un método, como el método científico, y que arrojan resultados que son perfectamente cuantificables y, probablemente, reproducibles. Los métodos éticos generan en el paciente un proceso educativo, mediante el cual, por el método que se use, ético, podrán aprender a tomar sus alimentos de forma correcta, o a tomar un medicamento, o a realizar alguna terapia de ejercicio conductual o de hábitos de vida que buscamos que sean permanentes. Los métodos no éticos, por definirlos de alguna manera, son aquellos que no tienen o que tienen los éticos, es decir, métodos que no se han probado científicamente, que obedecen a resultados rápidos que cualquier persona sin ninguna preparación los puede reproducir, o bien que simplemente hace la gente que se dedica a esto por creatividad propia, poniendo de moda algún alimento o alguna técnica o alguna preparación específica, o bien, en los casos más graves, sustancias que le dan al paciente a tomar. Uno de los grandes problemas de estos métodos no éticos es que generan falsas expectativas en el paciente. A veces suenan demasiado atractivos para ser ciertos. Y mediante estrategias publicitarias, se hacen llegar de muchos pacientes a los cuales no les cumplen lo que les habían prometido. Hay que tener mucho cuidado con estos métodos, y quisiera mencionar algunos de ellos para que ustedes los conozcan y estén prevenidos de ellos. Dieta de la luna. Esta dieta simple y además con tintes mágicos, promete bajar de peso de tres a cinco kilos en periodos como de un mes. Se basa en los ciclos lunares, pero no tiene una relevancia importante, que esta dieta lo único que genera son ayunos en el paciente y beber líquidos durante los cambios del ciclo lunar. Dieta de los tres días. Se da una preparación únicamente por tres días, que tiende a ser muy baja en el aporte calórico. Por supuesto que la persona perderá peso. Al comer nuevamente de forma normal, este peso se recupera y puede quedar una secuela metabólica hacia la falta de alimento. La dieta de la sopa, que es un preparado específico de verduras en una sopa, y el chiste consiste en únicamente comer la sopa mañana, tarde y noche, o mañana y tarde, y suena demasiado bello para ser verdad que una sopa nos va a bajar de peso. La gente acaba aborreciendo la sopa y volviendo a lo que es una dieta tradicional. Entonces, dietas Atkins. Este movimiento Atkins, que se puso de moda en los 50, ofrecía mucho mediante el no consumir carbohidratos en la dieta, es decir, cereales, leguminosas, leche, todos aquellos alimentos que nos dan carbohidratos, sin olvidar las frutas y las verduras. Y en lugar de esto, se consumía carne. Esto es grave, porque nuestro organismo básicamente se alimenta de los productos finales de los carbohidratos, que es la glucosa. Al no tener estos de forma rápida, el organismo busca fuentes alternativas para obtener esta energía, utilizando así la grasa y las proteínas que están conformando nuestros músculos. Las dietas Atkins ofrecían pérdida de peso abrupta, rápida y sostenida. Sin embargo, tiene muchos problemas el tener dietas de este tipo. Por ejemplo, hay un problema grave de estreñimiento. La composición corporal, al tener una gran cantidad de proteínas, se hace diferente, es decir, el pH por ejemplo, se hace un poco más ácido.
La sobre ingesta de proteínas lo que genera es que los pasos digestivos sean más retardados. Podría desarrollar problemas de insuficiencia renal, que esto es verdaderamente grave. Bien, y de estos y muchos métodos no éticos, que tampoco mencionamos por no considerarlo trascendente, nosotros vamos a tener como conclusión que estos métodos únicamente buscan distraernos y olvidarnos de lo que realmente es el principio de responsabilidad que acompaña a una persona que desea bajar de peso. Es decir, que pretende que el sobrepeso y la obesidad no aparezcan en su vida, ofreciendo soluciones mágicas que en realidad no funcionan a largo plazo y no logran el objetivo de permanencia de la salud en el organismo.
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